Proveedor empresa fantasma

Bienvenidos a su sección favorita de historias de terror del SAT. La de hoy está TRAUMANTE, porque es de esas cosas en la vida que nunca ves venir, y de repente te caen encima y te mueven TODOS tus planes.

Este es el caso de Julio, que tenía un negocio de artículos para fiestas, platos, vasos, cubiertos, globos manteles, y lo que se puedan imaginar para este tipo de eventos, y por ende, tenía varios diferentes proveedores.

Julió nos contó que alrededor del 2017, consiguió a uno en particular, vamos a ponerle “globitos SA de CV”, que le vendía productos mucho más baratos que cualquier otro en el mercado. Dijo que en un inicio se le hizo raro y que hasta llegó a pensar que los productos no eran de calidad, pero le dio una oportunidad y resulta que los productos venían perfectos, el proveedor súper amable, nunca le puso ningún pretexto para hacerle facturas como otros proveedores, lo cual a él le ayudaba muchísimo, ya que eran montos que Julio podía deducir en el mes, aparte de que tenía el problema de que la mayoría de sus proveedores no le daban factura.

Cada año, más o menos por octubre-noviembre, se juntaba con su contador para revisar sus números y hacer un “previo” decuánto le iba a salir a pagar en la declaración anual. Pues nos platicó que la junta de 2018, fue la peor de la vida de su negocio, porque fue la que le vino a mover TODOS los planes para su negocio.

Ese día, llegó el contador a la oficina de Julio para tener su junta anual, y le dijo, “mira, antes que nada, tienes que saber que llegó una notificación por buzón tributario”.

Y julio, “ajá, ¿y?

Y dice el contador, “y pues la abrí, y creo que si tenemos un problema”

Julio ya desesperado, le preguntó que a qué tipo de problema se refería, y el contador le explicó que en la notificación, el SAT le decía que su proveedor, “globitos SA de CV” era una empresa fantasma, o sea, que la revisaron y se dieron cuenta de que era solo un cascarón. No tiene empleados, infraestructura, y su domicilio fiscal es un terreno baldío.

Julio estaba muy impactado, ya que ese proveedor en concreto siempre fue muy amable y le entregaba todo en tiempo. Ya muy confundido, Julio le preguntó a su contador, “oye pero eso de que sea empresa fantasma, ¿qué tiene que ver conmigo?”

El contador le explicaba, “lo que pasa es que hicimos deducibles todas las facturas de globitos SA de CV, o sea, se lo restamos a tus impuestos a pagar durante muchos meses, gracias a eso pudiste pagar menos, y al ser una empresa fantasma, el SAT dice que debes de hacer un cálculo nuevo por esos meses, sin considerar las facturas deducibles de ese proveedor”

Julio muy desconcertado le decía al contador, “pero ¿cómo? ¡Si existe! ¡Tengo comunicación constante con el dueño por correo, siempre me manda productos y hasta me expide facturas! Claro que no es una empresa fantasma, el SAT se debe estar equivocando”

El contador continuaba explicándole, “mira Julio, a veces algunas empresas fantasma realizan una que otra operación “real” para que el SAT no se dé cuenta de que son cascarones, es común. Lo importante aquí es, ¿tienes contrato con ellos? ¿O algo con lo que acredites que a ti si te estaban vendiendo productos?”

Julio le respondió que no, ya que al principio los contactó por teléfono, les hizo el primer pago, le llegó el producto y así se llevó a cabo la operación mes tras mes, no fue necesario hacer nada más, ya había confianza.

Entonces, el contador le dijo, “el SAT nos está dando un plazo para que le enseñemos cualquier documento, llamada, correo, lo que sea, con lo que podamos acreditar que tus operaciones con globitos SA de CV si fueron reales, ¿qué tenemos para darle?”

Julio nos platicó que con esa pregunta, cayó en cuenta de que no tenía nada para comprobar una relación comercial con globitos SA de CV, salvo por las facturas que le expedía el proveedor y sus estados de cuenta en donde salen los pagos, pero fuera de eso nada más.

Bueno, para no hacer el cuento más largo, aportaron las pocas pruebas que tenían, y como era de esperarse, el SAT dijo que no era suficiente, que con eso no comprobaba que fueran operaciones reales.

El pobre de Julio tuvo que buscar un abogado fiscalista para que, en conjunto con su contador, pudieran defenderlo ya en juicio -con los honorarios, el estrés y los dolores de cabeza que todo esto conlleva-, y al final, se llegó a un acuerdo con el SAT.

Aun con eso, su capital se vio muy afectado por esta situación que lo tomó desprevenido, y nos cuenta que tardó aproximadamente 2 años y medio para recuperarse de este golpe económico. Sobre el dueño de globitos SA de CV no se volvió a aparecer, a contestar ningún correo y ninguna llamada.

Las moralejas de esta historia son, primera, tengan muchísimo cuidado con los proveedores que eligen, investíguenlos antes, y sobre todo, formalicen las relaciones comerciales con contratos, órdenes de compra, etc.

Y segunda, si están a punto de establecer relación comercial, antes de cualquier cosa, tecleen en google “listas negras del SAT”, y revisen, ya sea en el DOF o en la página del SAT, que ese proveedor no aparezca en el listado, para cerciorarse de que no les vaya a pasar lo mismo que a Julio.

Tax & Financial Intelligence

México

Contacto

Copyright © 2021 Taxfi All rights reserved
¿Tienes dudas?